
Sr. Director:
Hace ya un mes, el Senado Universitario de la Universidad de Chile comunicó que para el año académico 2024, a quienes ingresen al Bachillerato de esa casa de estudios, al licenciarse, el grado académico hará mención disciplinaria (o ciencias naturales y exactas o ciencias sociales y humanidades). De ello, se siguen dos efectos: primero, se encuadra a las tendencias de los demás centros de formación universitaria y, segundo, se presente como atractivo y satisfactorio para las expectativas que yacen en las ilusiones de los nuevos miembros de la comunidad universitaria – “cachorros”, “mechones” u otro apelativo “afectivo” de novato –. Con todo, sin embargo, la honestidad intelectual demanda plantearnos algunas dudas respecto a la diversificación de grados académicos que se ofertan en las Licenciaturas en sede de Humanidades y Ciencias Sociales, dentro de éstas las Ciencias Jurídicas y del Derecho.
A la fecha, cuatro serían las alternativas para entrar a estudiar Derecho en Chile: la más “honrosa” es la Licenciatura – sea sólo en Derecho o en Derecho y Filosofía, como es el caso de la Universidad de los Andes –; le secunda el Técnico Superior; el Bachillerato especializado y él ahora Bachillerato con mención que habilita a conocimientos en extremo generales del Derecho, toda vez que la mención general permite armar la malla con electivos disciplinarios, entre ellos, varios cursos relacionados con las Ciencias Jurídicas. Y luego qué…¿Ingeniería en Derecho?
Quizá sea tiempo que el gremio se replantee los alcances del mercantilismo educacional y la diferenciación entre conocimientos subespecializados dentro la formación de pregrado y la utilidad práctica de parcelar y atribuir grados académicos a los mismos.
Kevin I. Seals Alfaro
Egresado en Derecho y Minor en Ciencia Políticas por la Universidad Adolfo Ibáñez de Santiago.
Diplomado en Derecho de Familia e Infancia por la Universidad Andrés Bello.
Ayte. de Investigación en la Academia de Derecho Civil por la Universidad Diego Portales.
