Señor Director:

Enero finaliza con una pérdida para la  la civilistica nacional; lamentamos el fallecimiento del Profesor Don Jorge López Santa María, quien destacó entre sus pares de generación, no sólo por su gran capacidad académica y profesional, sino, que por ser, a nivel del gremio, el primer abogado chileno en doctorarse por la Universidad de París, Francia, a fines de la década del 60 y – según se comentaba entre mis profesores de pregrado – cuya tesis doctoral sirvió de base interpretativa para el Tribunal de Casación Francés. 

Mi admiración hacía su persona, viene tanto por sus aportes al Derecho Civil Patrimonial – recordemos las copiosas y útiles ediciones de su obra sobre los “Contratos”, en solitario como en colaboración con el Profesor Elorriaga – como por su calidad de primer Decano de la Facultad de Derecho de mi casa de Estudios, cuando recién nacía en la sede original de Viña del Mar a principios de los años 90. 

El mayor logro, quizá, para quién se ha dedicado gran parte de su vida profesional a la docencia e investigación jurídica es el hecho de traspasar generaciones, pese a su ausencia física; sea por su contribución intelectual plasmada en documentos tangibles con efectos en la interpretación del fenómeno jurídico o por el hecho de ostentar la calidad de profesor que, para los efectos de nuestra profesión, equivale al de maestro, es decir, alguien cuyas lecciones y estilo orientaron una determinada postura interpretativa distinguible entre muchos. Sin dudas, éste es el caso del profesor López Santa María. Así, quienes nos interesamos por la academia, tenemos en su figura un ejemplo, un estándar en sí, para medirnos y esforzarnos por alcanzar. 

Kevin I. Seals Alfaro

Egresado en Derecho y Minor en Ciencia Políticas por la Universidad Adolfo Ibáñez de Santiago.