Señor Director:

Los resultados plebiscitarios a muchos han dejado atónitos y con sabor amargo en los orgullos individuales; las cifras de la opción ganadora, sin embargo, no es expresión de “sabiduría popular”. Se está muy lejos de ello: las ponderaciones que median las decisiones políticas de los votantes, no son en sí actos de sabiduría. Más bien, lo correcto en el debate público es hablar de la soberaníapopular o manifestación soberana, conceptos que, por el diseño republicano democrático, sí son condicionantes del diseño institucional. En el pueblo soberano radica la legitimidad – reforzada por el voto obligatorio – del devenir político; el Derecho se vuelve sólo un instrumento para tales fines, de ahí que recaiga sobre la comunidad jurídica el peso de la moderación intelectual y el correcto uso de los conceptos que nuestra profesión ha elaborado de manera esquemática desde la época de la escolástica.
Kevin I. Seals Alfaro
Estudiante de quinto año de Derecho y Minor en Ciencia Políticas por la Universidad Adolfo Ibáñez de Santiago.